Durante un espectáculo de circo en la ciudad egipcia de Tanta, se desató un grave accidente, cuando un tigre blanco mordió a un entrenador asistente que había metido la mano entre las rejas que protegían el escenario principal.
Según imágenes obtenidas por testigos, ayudantes y otros entrenadores gritaron y golpearon al tigre, hasta que finalmente soltó a su víctima.
El asistente involucrado fue hospitalizado y perdió la mayor parte de su brazo izquierdo.
El circo móvil fue clausurado indefinidamente y la tigresa excluida de cualquier exhibición.