Hezbolá lanzó más de 17 ataques contra posiciones israelíes, una de las cifras más altas desde el inicio del conflicto.
Entre los objetivos estaban cuarteles en Ya’ara, Zar’it, Mattat y Shomera.
El grupo también atacó el asentamiento de Metula con cohetes, causando un incendio y un apagón en la zona.