El Gobierno venezolano adelanta una apertura frente a la sociedad civil y el mundo económico para recuperar autoridad interna, aliviar la presión y debilitar aún más la influencia de la oposición
Hace pocos días, en un inusual gesto, Nicolás Maduro recibió en el Palacio de Miraflores a representantes del Foro Cívico, una plataforma de organizaciones de la oposición venezolana en la cual estaban incluidos importantes miembros de sociedad civil que le cuestiona. En el encuentro, sus representantes, activistas de Derechos Humanos, académicos, sindicalistas y empresarios, todos de línea moderada, hicieron solicitudes para la recomposición institucional del país. Entre ellas estaban incluidas proposiciones para el nombramiento del nuevo Tribunal Supremo de Justicia y reclamos sobre los múltiples trastornos de los mecanismos republicanos de la nación.
Acompañado de su esposa, Cilia Flores, y de Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional, Nicolás Maduro tomaba nota de las observaciones. “Hemos decidido reactivar el diálogo nacional con todos los sectores políticos, culturales, sociales. El diálogo de México recibió un duro golpe, pero si estamos pidiendo diálogo para el mundo tenemos que dar el ejemplo. Vamos a un diálogo más amplio e inclusivo en el país”, dijo Maduro.
Tomado de: El País