Jueces federales de Estados Unidos, bloquearon la deportación de cinco venezolanos, acusados de pandilleros.
Todo ello, apoyados en una ley del siglo XVIII, para que puedan impugnar su expulsión, como dictaminó la Corte Suprema y aplicar el debido proceso.
Esta ley hasta hora usada únicamente durante la Guerra de 1812 y las dos guerras mundiales, la invocó el presidente estadounidense para detener a supuestos miembros de la pandilla «Tren de Aragua» y expulsarlos a las mazmorras de El Salvador.
Entretanto, en Nueva York, el juez de distrito Alvin Hellerstein, emitió una orden de restricción temporal que prohíbe la deportación de dos venezolanos, identificados solo por sus iniciales, hasta que tengan una vista judicial.
Igualmente, en Texas el juez de distrito Fernando Rodríguez, emitió una orden similar en un caso de tres venezolanos, también identificados por sus iniciales.