La tormenta de arena que azotó este lunes a Irak dejó a más de 3 mil 700 personas hospitalizadas por asfixia en polvo. El fenómeno transformó cielos y calles en un paisaje de color naranja, con visibilidad reducida a menos de un kilómetro.
Cabe resaltar que la tormenta de arena en Irak no solo sepultó ciudades enteras bajo una capa de polvo, sino que a su paso ocasionó cortes de electricidad y caos aeronáutico.