«El Santo Padre presentó hoy dos episodios de insuficiencia respiratoria aguda, causados por una importante acumulación de moco endobronquial y el consiguiente broncoespasmo. Por ello, se realizaron dos broncoscopias con necesidad de aspiración de secreciones copiosas. Por la tarde, se reanudó la ventilación mecánica no invasiva», informó el boletín de la Oficina de Prensa de la Santa Sede difundido la tarde de lunes 3 de marzo sobre el estado de salud del Papa.
Agregaron que «el Santo Padre permaneció alerta, orientado y cooperativo en todo momento. El pronóstico sigue siendo reservado».
Destacaron que los valores de los análisis de sangre no han cambiado, lo que revela la ausencia de leucocitosis, dato que consideran positivo porque se descarta una nueva infección.