El devastador terremoto de magnitud 7,7 que impactó a Birmania y Tailandia, ha dejado más de 150 fallecidos, cifra que puede incrementarse, además de cientos de heridos y decenas de individuos atrapados por la caída de un rascacielos en construcción.
El terremoto, fracturó vías, derrumbó edificaciones y devastó el famoso puente Ava.
Ante la emergencia, la junta militar que gobierna el país solicitó ayuda internacional y declaró estado de emergencia en seis regiones.