El presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, declaró en un discurso televisado a la nación que está dispuesto a someterse a un procedimiento de destitución o a una investigación en su contra.
El mandatario surcoreano es investigado como sospechoso de rebelión contra el orden constitucional y abuso de poder tras haber decretado brevemente la ley marcial en el país la semana pasada.