Un Boeing 737-800 de la aerolínea australiana Qantas tuvo que regresar al aeropuerto de Sídney y realizar un aterrizaje de emergencia debido a un fallo de motor que sobrevino durante el despegue y que, habría provocado un gran incendio junto a una pista de aterrizaje.
Pasajeros confirmaron haber oído una explosión poco después del despegue.
La compañía aérea precisó que el avión experimentó «un fallo contenido del motor» y regresó con seguridad a la pista al cabo de algún tiempo.