Turquía bombardeó 32 objetivos en el norte de Irak y en Siria, como respuesta al atentado que horas antes costó la vida a cinco personas en una fábrica de armas cerca de Ankara.
Los autores aún no han sido identificados, pero eso no ha impedido que la represalia se haya dirigido contra los insurgentes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
El Ministerio de Defensa turco informó en un comunicado que las Fuerzas Armadas turcas han «neutralizado» a «muchos terroristas», sin especificar cifras de muertos o heridos.