Tres sujetos que intentaron prender fuego a una pequeña tienda en Manchester, en Reino Unido, no tuvieron la previsión que podían ser víctimas de su propio crimen.
Las cámaras de seguridad captaron el momento en que los hombres entran al local y vierten combustible en el piso para provocar el incendio.
Sin embargo, quien sostenía el bote de gasolina, accidentalmente se prende fuego a sí mismo.