En Reino Unido, las autoridades comenzaron a arrestar a ciudadanos por «compartir información inexacta» en redes sociales.
Ejemplo de ello es una mujer de 55 años que fue puesta bajo custodia por sospecha de publicar material escrito para fomentar el odio racial y difundir información falsa.
Asimismo, la Policía de Merseyside capturó a un hombre bajo sospecha de utilizar las redes sociales para instigar a participar en los disturbios callejeros en Southport.