Corea del Sur anunció que se blindará con nuevos cazas en plenas tensiones con el Norte, y es que la Fuerza Aérea de Corea del Sur se despidió este viernes de sus últimos cazabombarderos F-4 Phantom II en una ceremonia solemne que marcó los 55 años de servicio en el país de estas icónicas aeronaves.
En el evento, estuvo presente el ministro de Defensa, Shin Won-sik, dos de los ‘fantasmas’ que aún se mantenían en servicio, realizaron su último vuelo en la base de operaciones en Suwon, al sur de Seúl.