Las lluvias estacionales inusualmente intensas en Afganistán provocaron inundaciones repentinas, que se han dejado más de 300 muertos y más de 1.000 viviendas destruidas, informó este sábado el Programa Mundial de Alimentos de la ONU.
«Con profunda tristeza reconocemos el doloroso balance de las recientes inundaciones en las provincias de Badajshán, Baglán, Ghor y Herat», comunicó Zabihullah Mujahid, el principal portavoz del Gobierno talibán.